Quiero hablar hoy de mi principessa, y explicar todo aquello que siento, aunque todo eso es complicado. Yo lo llamo amor, lo bautice así desde que le conocí y se instalaslo en mi pecho.
Esta totalmente clavada en el, lo ocupa y llena por completo. A veces recorre mi cuerpo, hace latir mi corazón, y mueve mis músculos. Me impulsa a hacerlo, todo involuntario. Mi corazón se excita cuando la veo y un escalofrío recorre mi cuerpo. Mi corazón contento, provoca esos impulsos, llevando así la sangre a mayor velocidad y de ahí esos escalofríos. Todo esto se sucede cuando esta conmigo, aun cuando recorre mi espalda con sus manos y me besa, mis piernas tiemblan y mi mente viaja a la velocidad de la luz, imaginando estar en una el cielo.
Cuando eso acaba, despierto de ese bello sueño. El sentimiento es inmenso, y sobrepasa mi corazón por ello esta en mi y permanece ahi. Ahí guardo muchos momentos, sonrisas, caricias, besos, lágrimas y abrazos. Cuando la siento asi de cerca conmigo y nos miramos a los ojos, nos fundimos en eso increible y grandioso que solo conocemos nosotros. Mi corazón se acelera, se revoluciona, es su manera de decir me gustas, la amo, y ruego que nunca se aleje de mi.
Me gustas todo de ella, sus ojos, su cuerpo, su forma de hacerme reír, su forma de hacerme la rabietas, cuando me dice que soy un su peque, aunque no un peque cualquiera sino… SU PEQUE, único y eternamente para ella.
Es que ella es todo aquello que quería y quiero.
Es el agua que sacía mi sed.
La amo y la necesito en mi vida.
Adoro todo aquello que hacemos juntos, sobre todo cuando le hago reír. Adoro verle feliz y más cuando es conmigo. Eres mi tesoro más preciado, luchare siempre por esto. Por lo que nació entre nosotros hace 1.5 años y que persiste y persistirá frente a cualquier obstáculo. La verdad es que sigo sin poder describir esto que tengo aquí, es difícil de explicar.
Es complicado decir te amo y que esas dos palabras no lleguen ni a la mitad de lo que realmente siento, no existe una palabra, ni dos ni tres. No existen cuentos de princesas ni príncipes. Jamás podré escribir exactamente todo aquello que llevo dentro. Siempre me quedaré corto. Es un sentimiento que fluye y me hace sentir bien, me hace sentir vivo, con fuerzas de comerme el mundo, de hacer todo aquello que no me imaginaria antes.
Me encanta esa fluidez, esa alegría que revolotea por mi cabeza. Me encanta mi princesa y adoro tenerla a mi lado y sobre todo adoro no poder explicar con palabras todo lo que guardo dentro de mi.